COVID y socorristas

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El plan de desescalada nos ha traido las medidas necesarias para la tan deseada apertura de las piscinas. Entre otras van a ser necesarias las citas previas (se acabó lo de ir a la piscina cuando uno quiera), medidas de desinfección extremas con productos que garanticen la no transmisión del virus, la delimitación de espacios para que se pueda respetar la distancia social o instrucciones para utilizar zonas comunes como baños o vestuarios.

Y no es un capricho, la normativa vendrá reflejada en el BOE donde además se indica que el aforo de las piscinas no puede pasar de un 30% del actual. Esto significa una tarea “extra” para el socorrista, la de control, aunque creemos que no debería ser así.

Se cede a la comunidad la potestad de organizar turnos y las medidas de prevención, y será responsabilidad de cada comunidad que se lleven a cabo. El colectivo de administradores de fincas ve problemas en la organización de estas medidas, ya que son precipitadas y pueden suponer costes extra para las comunidades.

Los socorristas jugarán un papel necesario, tal y cómo lo han hecho siempre. Aunque no sea su trabajo, lo más probable es que se conviertan en una especie de “controladores” de todo lo que pasa en la piscina, no sólo dentro del agua, sino también fuera.

Desde Grupo Cabanach pensamos que no es la mejor solución, aunque los tiempos que corren hacen que se tengan que adaptar soluciones un tanto diferentes a las habituales. Creemos que lo más adecuado sería un mix entre auxiliares de servicios o guardias de seguridad y socorristas, los primeros para controlar lo que ocurre en el recinto y los segundos para lo que pasa dentro del agua. En Grupo Cabanach contamos con todas estas figuras que pueden desempeñar estas labores, así que si necesita un presupuesto no dude en solicitarlo, estaremos encantados de ajustarlo al máximo posible.