En esta época de inestabilidad laboral provocada por la pandemia del Covid-19, podemos llegar a pensar que aquellos que tienen la suerte de contar con un trabajo harán lo posible por mantenerlo. Esto no es así, según los últimos datos, diariamente una media de 1 millón de personas no acude a su puesto de trabajo. El 73,6% no asistió por estar de baja temporal, pero el 26,4% restante lo hizo de forma injustificada. Aunque más de la tercera parte de las bajas están justificadas, en ocasiones éstas son fraudulentas.
Por todos es conocido que una empresa no puede despedir a una persona que se encuentra de baja por incapacidad laboral temporal. Por esta razón, en esta situación donde el empleo es tan inestable, algunas personas pueden actuar de mala fe alargando una baja para evitar el despido. Además, presentando los correspondientes partes médicos de la Seguridad Social o la Mutua, el trabajador de baja sigue percibiendo una parte de su sueldo sin necesidad de acudir al trabajo.
Si un empresario sospecha que un trabajador de baja laboral podría estar fingiendo su situación puede recurrir a Detectives Cabanach para confirmarlo. Las pruebas conseguidas por el detective privado pueden derivar en un despido del trabajador, aunque esté dado de baja. Estas pruebas, obtenidas respetando siempre la legalidad, podrán ser aportadas por la empresa al tribunal médico o a la mutua laboral para desmontar las razones por las que el trabajador se encuentra de baja.
Contratar a un detective privado para demostrar la baja fingida de un trabajador puede suponer atajar varios problemas en la empresa. Un trabajador de baja supone un desembolso adicional para la empresa que cuenta con un empleado menos. Además, afecta al rendimiento del resto de la plantilla que ven cómo un compañero obtiene un salario mientras está engañando a la empresa.
Entre los trabajadores que defraudan de esta manera a la empresa, encontramos aquellos que buscan cobrar sin necesidad de trabajar, los que buscan un despido con indemnización o los que se dan de baja en una empresa y, al mismo tiempo, tienen otro trabajo adicional por el que no están cotizando. En cualquier caso, un detective privado puede encontrar pruebas que demuestren que el trabajador está simulando su incapacidad temporal para acudir al trabajo.