Durante el verano, las zonas costeras y aquellas que tienen mayor presencia de turistas suelen ser un perfecto reclamo para delincuentes, ya que pueden contar con muchos blancos fáciles, especialmente los turistas extranjeros que, por norma general, suelen ser más confiados. Sin embargo, aunque se producen delitos, es cierto que la seguridad suele estar reforzada durante la época estival, de cara a evitar este tipo de actuaciones desagradables. El problema es que el año cuenta con cuatro estaciones y, lógicamente, no todas son temporada alta. La seguridad en invierno en zonas turísticas se hace indispensable, ya que los que delinquen lo ven como una época idónea para actuar antes la falta de control que suele existir. Por eso, desde Grupo Cabanach reclamamos el papel que puede jugar la seguridad privada y también su papel de apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a la hora de tratar de minimizar distintos tipos de delitos.
La importancia de la seguridad en invierno en zonas turísticas
Si uno atiende a los datos publicados por el Ministerio del Interior con respecto a las “okupaciones”, han sido 17.274 los espacios okupados. La tendencia va en aumento y es probable que estos números puedan ser mayores a cierre de 2022. Los okupas son plenamente conscientes de que en verano cuentan con más dificultades a la hora de okupar una vivienda en las zonas turísticas. Lo primero porque son muchas las que están siendo utilizadas por los veraneantes, con lo que existen menos opciones, pero además, existe un gran refuerzo en materia de seguridad en estas áreas que son destino de muchas personas que deciden disfrutar al máximo de sus vacaciones.
Como ves, en la época estival existe más estabilidad, pero hay delitos como las okupaciones que crecen de gran manera en estas zonas de gran reclamo turístico en otras temporadas del año. Por eso se hace más importante la seguridad en invierno en zonas turísticas. Son muchas las viviendas o los apartamentos de residencia vacacional que quedan vacíos en temporada baja en este tipo de destinos. Los okupas lo saben y no dudan en actuar. La seguridad privada puede resultar clave y salvar de incómodas situaciones a muchas personas, ya que echar a los okupas es un proceso que puede resultar muy largo y desagradable.
Cuando hablamos de okupaciones de viviendas o alojamientos, el papel de los detectives privados también es fundamental. Ellos serán los encargados de recabar pruebas contundentes para demostrar que ese espacio está siendo okupado. Todo lo que recojan los investigadores será clave a la hora de poder iniciar un proceso legal con plenas garantías.
Si seguimos hablando de la importancia de la seguridad en invierno en zonas turísticas, no sólo debemos pensar en las okupaciones, sino que hay otros delitos como robos que también experimentan un notable crecimiento en estas áreas cuando se termina el verano. No hay tanta vigilancia y los delincuentes saben que pueden encontrarse con un escenario que les beneficia. Además, es probable que conozcan los movimientos de quienes residen ahí, siendo más fácil tenerlos bajo control en los meses de menos actividad. Por eso, en la medida de lo posible, variar alguna rutina puede ser una buena alternativa.