Hoy lunes, 5 de agosto, aparece una entrevista a Carlos de España, que es desde 2002 el máximo representante de la Federación de Salvamento y Socorrismo de les Illes Balears.
En la misma hace afirmaciones duras pero muy reales sobre como está el sector del socorrismo en la isla.
Verdades que duelen pero de las que debemos aprender y luchar para que no ocurran de nuevo, haciéndolo desde el propio sector.
Os reproducimos la mencionada entrevista que, desde nuestro punto de vista, es muy clara y directa.
¿Está Mallorca preparada para afrontar la temporada estival con los socorristas actuales?
—Tocaría
estarlo. Pero la realidad es muy diferente. Es verdad que en Baleares
tenemos un gran problema que es la falta de recursos humanos para cubrir
la demanda.
¿Están preparados los socorristas en la Isla?
—Tenemos
un poco de todo. La gran mayoría son buenos profesionales y están
relativamente preparados, pero nos hemos encontrado casos de socorristas
que literalmente no saben nadar.
¿Me está diciendo que hay personal a cargo de la vigilancia de una piscina que no sabe nadar?
—Nos
encontramos empresas formativas que son serias y profesionales y
realizan los cursos de una forma correcta. Pero también hay otras que
hacen los cursos on line y para aprobar a los alumnos les piden que les envíen las prácticas grabadas en vídeo. Y esto no es serio.
¿Por qué sucede esto?
—Le pondré un ejemplo. Yo
además de ser presidente de la federación tengo una empresa homologada
por el Govern para impartir formación. Hasta hace poco venía gente a la
que se le obligaba a hacer el curso de socorrismo, sobretodo a
trabajadores del sector de la hostelería,… que se tiraban al agua y
era yo el que me tenía que lanzar a rescatarlos. Además, te lo decían
muy claro: ‘Es que sino me tiro no voy a tener trabajo’.
¿Y qué les decía cuando se encontraba con estos casos?
—Ante esta situación tan desesperada lo único que les puedes decir es que se van a suicidar. Es una temeridad.
ace unos años era habitual que algunos hoteleros, para
ahorrarse al socorrista, pusieran al camarero en la piscina. ¿Esto sigue
sucediendo?
—Afortunadamente la cosa está cambiando, pero
aún siguen en ello. Es cierto que la Conselleria de Salut está muy
encima y el incumplimiento de la normativa puede acarrear fuertes
sanciones económicas.
¿Hacen falta socorristas?
—Sí. La temporada estival es muy corta y mucha gente busca la estabilidad laboral.
¿Cuál es el perfil?
—Habitualmente estamos
hablando de gente muy joven. En los hoteles la media de edad es algo más
elevada, pero por ejemplo, en los parques acuáticos de Baleares estamos
hablando de una media de edad de entre los 16 y los 24 años. En las
playas, la horquilla de edad es algo superior y estaríamos hablando de
24 a 35 años.
La Federación de Salvamento y Socorrismo ha puesto en marcha un año más la campaña ‘Stop ahogado’. ¿En qué consiste?
—Se
trata de una campaña que lleva unos cuantos años en marcha. Tratamos de
concienciar a todo el mundo, especialmente a las administraciones
públicas, del problema de los ahogamientos. Hay campañas de tráfico que
están obteniendo unos buenos resultados, pero sin embargo no se apuesta
por ésta. Al final, son federaciones o asociaciones no lucrativas las
que tenemos que hacernos cargo.
¿Cómo llevamos la temporada, desde el punto de vista de ahogamientos?
—Los
datos son demoledores. Nos encontramos ante el peor mes de los dos
últimos años. Un total de 232 personas han perdido la vida desde el 1 de
julio hasta el 31 de julio en España por ahogamiento en playas o
piscinas. 94 de ellas fallecieron durante el mes de julio, es decir, 34
más que en la misma fecha del año anterior.