La insolvencia punible ocurre cuando una persona o empresa finge no tener recursos para evitar cumplir con sus obligaciones económicas. En muchos casos, se oculta patrimonio, se desvían fondos o se utilizan testaferros para mantener activos fuera del alcance de la justicia.
Detectar y demostrar que alguien en esta situación dispone realmente de medios es clave para impedir abusos y garantizar que se cumplan los acuerdos previos. A continuación, analizamos cómo se configura este delito, qué pruebas pueden emplearse y cuál es el papel de los detectives privados en la investigación.
¿Qué es la insolvencia punible?
El Código Penal español, en su artículo 259, sanciona aquéllos que realicen maniobras fraudulentas con el objetivo de eludir sus obligaciones y que simulen una insolvencia que no existe. Ciertas prácticas habituales pueden ser las siguientes:
-Ocultación de bienes por medio de traspasos a familiares o empresas ficticias.
-Pasar a terceros ciertos activos antes de poder declararse insolvente.
-Simulación de deudas para justificar la imposibilidad del pago.
-Usar testaferros para mantener propiedades de las que no figuren en escritura como titulares.
Este delito puede conllevar penas de prisión de uno a cuatro años, adicionales a inhabilitaciones para gestionar bienes ajenos.
Cómo demostrar que el supuesto insolvente tiene medios
Para demostrar que una persona o una compañía están simulando su insolvencia hay que ir recopilando pruebas que puedan demostrar movimientos financieros sospechosos, patrimonio oculto o un nivel de vida desproporcionado con su supuesta falta de recursos.
1. Análisis patrimonial y financiero
Una de las primeras estrategias consiste en investigar el patrimonio del deudor:
-Registro de la propiedad: en él se pueden detectar posibles inmuebles que haya podido traspasar recientemente.
-Registro mercantil: permite comprobar si el denominado insolvente tiene cualquier relación con sociedades activas.
-Bienes muebles: otra opción puede ser la detección de vehículos de alta gama, embarcaciones o incluso colecciones de arte, lo que podría hacer pensar en recursos ocultos.
-Movimientos bancarios: un análisis de este tipo puede sacar a la luz en caso de existir transferencias en otras cuentas en el extranjero, las cuales también pueden ser indicios reveladores de la existencia de medios ocultos.
2. Seguimiento del nivel de vida:
Si bien un insolvente puede alegar que no tiene ningún tipo de fondos, su estilo de vida puede demostrar lo contrario. Algunas señales del posible fraude pueden ser, viajes con cierta periodicidad y estancias en hoteles de lujo o el uso de vehículos de alta gama sin figurar como su propietario.
3. Creación de empresas ficticias
Con frecuencia, los individuos en situación de insolvencia establecen sociedades “pantalla” con el propósito de desviar recursos y continuar operando sin dejar rastro de sus acciones. Para identificar estas maniobras fraudulentas, es esencial:
– Detectar nuevas empresas en las que el deudor posea conexiones indirectas.
– Examinar la facturación simulada, lo cual implica analizar los ingresos reportados a través de entidades ficticias.
– Verificar la existencia de contratos fraudulentos que impliquen la transferencia de bienes a terceros.
4.Testimonios y evidencias documentales
Los testimonios de exempleados, socios o familiares pueden ser de gran relevancia. Documentos tales como correos electrónicos, contratos ocultos o acuerdos privados pueden servir para evidenciar que el deudor continúa generando ingresos y manteniendo un patrimonio.
El papel de los detectives privados
Los detectives privados juegan un papel fundamental en la identificación de insolvencias fraudulentas, al recopilar información destinada a esclarecer la realidad financiera del deudor. Entre sus responsabilidades se incluyen:
– Realizar vigilancia y seguimiento del deudor para registrar su verdadero nivel de vida.
– Conducir investigaciones sobre sus finanzas y patrimonio para descubrir activos ocultos.
– Analizar sociedades y redes empresariales para identificar posibles desvíos de fondos.
– Recoger evidencia documental y testimonios que respalden acciones legales contra el deudor.
Toda la información obtenida se puede utilizar en procesos judiciales para desmantelar la supuesta insolvencia fraudulenta y reclamar el cumplimiento de las obligaciones económicas.
La insolvencia fraudulenta representa un desafío que impacta a diversos sectores y deja a muchos personas y empresas en una situación vulnerable. Sin embargo, es viable demostrar que un insolvente posee recursos a través de investigaciones patrimoniales, análisis de transacciones financieras y recopilación de evidencias documentales.
En Detectives Cabanach, contamos con un equipo especializado en la detección de fraudes financieros y patrimoniales, brindando un servicio discreto y eficiente para asistir a nuestros clientes en demostrar la verdadera capacidad económica de los deudores.
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