Hoy en día, términos como ciberdelincuencia, cibercriminales o phishing, desafortunadamente están muy presentes en nuestra sociedad.
La ciberdelincuencia hace referencia a delitos que se realizan a través de redes públicas o privadas de internet y que tienen como objetivo dañar o destruir datos informáticos.
Estos hechos, causan directamente el derecho a la privacidad, la integridad y la imagen del individuo.
En la actualidad existen diferentes tipos de ciberdelincuencia como son el acceso no permitido por parte de terceros, los virus informáticos o el phishing.
Este último, el ciberdelito más común, basado en el envío de correos falsos de una web determinada en la que la víctima tenga datos personales o económicos. El afectado al hacer clic en el enlace introduce sus datos, que llegarán directamente al estafador que ha falsificado la web.
Las principales causas que han provocado el continuo auge de estafas por internet han sido debidas a factores como la situación de crisis económica de determinados individuos, a la vez que también, según estudios, se da cada vez más entre gente joven, con estudios superiores en informática, ya que para ellos supone una forma fácil y rápida de obtener ingresos económicos.
Todos ellos, tienen como finalidad realizar actos delictivos directamente sobre una persona, como sería el caso del ciberacoso o suplantación de identidad. También pueden dañar o destruir los sistemas informáticos de una entidad, con el propósito de hacer un uso fraudulento y tener acceso a los datos personales y confidenciales.
La delincuencia online puede ocasionar grandes consecuencias como los robos de datos informáticos, la violación de datos personales o la suplantación de sitios web, entre muchas otras.
Es cierto, que para poner solución a todos estos problemas podemos acudir a técnicas como son la protección por software, realizar copias de seguridad externas, disponer de contraseñas seguras y encriptación de mensajes o tener un software en la nube.
Pero muchas veces, con esto no tenemos suficiente y hay que acudir a los detectives digitales, ya que tienen un papel clave para poner solución a este gran problema.
No solamente nos limitamos al rastreo de correos electrónicos, sino que también se abarca cualquier dispositivo electrónico y cualquier formato de mensaje o documento, incluso los que no han sido guardados ninguna vez en un disco duro.
A la hora de acudir a un juicio como demandante de estos casos, las pruebas electrónicas son muy importantes y, todo esto es gracias a la ayuda de nuestros profesionales.
Desde Grupo Cabanach, como detectives privados, contamos con una gran experiencia realizando investigaciones y queremos ponernos al servicio de todo aquel que lo precise.