Uno de los campos de actuación de la investigación privada es el relacionado con el alquiler de viviendas, especialmente cuando se sospecha de que el inquilino está realizando un uso indebido de la misma y que puede afectar a los derechos e intereses tanto del propietario como de la comunidad de vecinos.
Algunos ejemplos de usos indebidos son: la subarrienda ilegal, la cesión a terceros sin consentimiento, el uso turístico sin autorización, desarrollo de actividades molestas, nocivas, peligrosas o ilícita, o la ocupación ilegal de la vivienda, entre otros.
La investigación privada aporta pruebas válidas y eficaces con las que demostrar estos usos indebidos y reclamar aquellas responsabilidades civiles o penales que correspondan, así como para ejercer las acciones de cesación, desahucio o recuperación de la vivienda por parte del propietario o de la comunidad de vecinos.
Para realizar este tipo de investigaciones se deben cumplir una serie de requisitos, legales y éticos, que garanticen derechos fundamentales como el de la intimidad o a la protección de datos de las personas implicadas.
Un buen profesional que actúe bajo el principio de proporcionalidad (limitar la investigación a lo estrictamente necesario para evitar daños o prejuicios innecesarios), respetuoso, legal y que mantenga el deber de secreto profesional es necesario en esta área de trabajo tan delicada.
En la era digital, la tecnología desempeña un papel vital en las investigaciones privadas. Grupo Cabanach utiliza herramientas avanzadas, como la vigilancia en línea y el análisis de redes sociales, para obtener información valiosa que respalde las investigaciones y garantice resultados efectivos.
La transparencia, la eficacia y la colaboración son las claves para un mercado de alquiler justo y equitativo.