La seguridad en las Islas Baleares se encuentra en una situación precaria debido a la escasez de centenares de vigilantes

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La seguridad en las Islas Baleares se encuentra en una situación precaria debido a la escasez de centenares de vigilantes, lo que pone en riesgo la protección de diversos servicios, algunos de ellos ubicados en sectores estratégicos. De acuerdo con datos proporcionados por las principales empresas de seguridad de la región, respaldados por fuentes de la policía nacional y la guardia civil, actualmente operan en el archipiélago alrededor de 2.300 vigilantes con la Tarjeta de Identificación Profesional (TIP) en regla. Sin embargo, especialmente durante la temporada estival, no se logra alcanzar el número necesario de licencias para cubrir todos los puestos de trabajo.

Esta situación presenta una amenaza grave para la seguridad de los servicios afectados. Por el momento, se ha mantenido bajo control gracias a la responsabilidad de las empresas del sector y de los propios vigilantes en activo, quienes han optado por aumentar las horas extras o pactar cambios en el régimen de libranzas para hacer frente a la falta de personal.

Desde el sector de la seguridad privada se está trabajando en fomentar la incorporación de nuevos vigilantes, aunque esto requiere de una formación específica y la habilitación por parte del Ministerio del Interior. A pesar de los desafíos, hay buenas noticias, ya que las Islas Baleares lideran en la obtención del certificado de vigilante de seguridad privada en línea. Sin embargo, los altos precios de alquiler de viviendas en la región han sido identificados como una de las principales razones por las cuales muchas personas renuncian a trasladarse a las islas, lo que impacta negativamente en el sector de la seguridad.

Inés Ybarra, directora de Ideas y presidenta de la seguridad privada de Baleares, señala que llevan años enfrentando la escasez de profesionales debido a los altos precios de la vivienda.

En resumen, la falta de vigilantes en las Islas Baleares representa un desafío significativo para la seguridad de diversos servicios, pero se están tomando medidas para abordar esta situación, incluyendo la promoción de la formación y la habilitación de nuevos profesionales en el sector de la seguridad privada.