A través de la prensa hemos tenido conocimiento estos días, de la condena a un detective privado por vulnerar el derecho al honor del padre de la joven Malén Ortiz (desaparecida en 2013 en Magalluf) y su derecho a la intimidad personal y familiar.
El condenado había lanzado afirmaciones en programas de televisión nacional sobre supuestas palizas a la joven por parte de su progenitor, entre otras graves acusaciones.
Este suceso, nos lleva a reflexionar sobre los principios que rigen la profesión de detectives privados y el uso que se viene haciendo por parte de algunos medios y supuestos profesionales que están empeñados en convertir en espectáculo televisivo investigaciones muy delicadas, saltándose todos los valores y códigos éticos e incluso incurriendo en delitos.
Lamentablemente, actuaciones de ese tipo perjudican la imagen de nuestra profesión y de quienes la ejercemos con profesionalidad, rigor y seriedad.
Los detectives privados manejamos información muy sensible, actuando siempre de forma responsable y discreta, de acuerdo a la legalidad y a la ética, y con una conducta ejemplar e impecable.
En nuestra opinión, no todo vale en una profesión tremendamente exigente que requiere buena praxis y mucha prudencia.
Es verdad que muchas veces los medios de comunicación nos invitan a opinar sobre determinados casos e investigaciones, pero como profesionales no podemos infringir la ley realizando acusaciones o perjudicando investigaciones en curso.
Los periodistas hacen su trabajo y nosotros tenemos que hacer el nuestro que, sin lugar a dudas, no consiste en ofrecer información a terceros (salvo a las autoridades judiciales y policiales) y mucho menos realizar acusaciones.
Desde Grupo Cabanach, nos reafirmamos en el ejercicio de responsabilidad y discreción que implica gestionar la información sensible obtenida en las investigaciones.
Estos valores nos han permitido atesorar una trayectoria intachable, a lo largo de los más de 50 años que llevamos activos.
Durante este medio siglo, nuestra empresa ha llevado a cabo más de 15.000 investigaciones, algunas de las cuales se han saldado con sonadas detenciones e importantes actuaciones judiciales, pero nunca ha habido filtraciones, ni revelaciones ni ofrecimientos de detalles concretos sobre las investigaciones en curso.
La discreción ha sido y es una de nuestras máximas, junto con la calidad en el servicio y la profesionalidad.
Todo ello, nos ha llevado a conseguir múltiples menciones y distinciones públicas y privadas.
Y en esa línea seguiremos trabajando, comprometidos con una profesión que adoramos, poniendo toda nuestra profesionalidad y experiencia al servicio de personas, empresas y entidades que precisen de la misma.